13 de diciembre de 2011

Europa: su violencia.



"Ni los indígenas americanos ni los negros africanos podrán hacer surgir Estado político alguno. Los primeros por indolencia, sumisión y subordinación. Los segundos por crueldad y salvajismo. Ambos, por ausencia de sentido moral y de inteligencia. Incapaces de libertad, parece que pueden ser esclavizados por los europeos, pues con ello se les hace un bien". Georg W. Hegel

"Sospecho que los negros, y en general todo el resto de especies humanas, son naturalmente inferiores a los blancos. Nunca hubo una nación civilizada que no fuera blanca". David Hume.


"El pueblo de los americanos no es susceptible de forma alguna de civilización. No tiene ningún estímulo, pues carece de afectos y de pasiones. Los americanos no sienten amor, y por eso no son fecundos. Casi no hablan, no se hacen caricias, no se preocupan de nada y son perezosos". Immanuel Kant



La descripción y la clasificación poseen una dimensión política. América Indígena imaginó de muy distintas maneras al colonizador territorial. Los Aztecas e Incas y algunos pueblos norteamericanos creyeron ver en el hombre blanco la realización de profecías divinas o la llegada de mensajeros todopoderosos, vínculos materializados de significados imaginados. Jamás en la historia universal había quedado de manifiesto de manera tan violenta las funciones imaginarias de las estructuras simbólicas, tanto así que es a través de los propios símbolos como agrupaciones indígenas caminan, sin saberlo, hacia su muerte.

Desde Europa los imaginarios sociales comenzaban a articularse en todas las dimensiones posibles. América era vista desde arriba. Todos los ámbitos de existencia social reflejaban etapas primitivas, formas artesanales que carecían de la tecnología y el conocimiento superior de la metrópoli.

Europa, con el descubrimiento de América comienza a definir su identidad por clasificación negativa de toda su exterioridad (resto del mundo). Comienza una clasificación socio-racial del mundo distribuida según gradaciones de color y articuladas con la producción económica cuya base piramidal concentra la identidad negra e indígena y cuya punta se ve representada por el hombre blanco caucásico, lo mismo sucede con la taxonomía cultural del resto de los pueblos del mundo, caracterizados como "culturalmente atrasados" y "económicamente subdesarrollados". 

 Las frases de los "pensadores del centro" son producto de esa atmósfera de superioridad, ellas y las de la Iglesia Católica que describen a los nativos y negros como cuerpos sin alma, mentes sin inteligencia y cabezas sin conciencia conducen la implementación de prácticas de subordinación/dominación enlazadas a construcciones simbólicas que permitieran ejercer sin mala conciencia la violencia ajustada a la producción económica, junto a ello se articula el capitalismo mundial y el proyecto eurocéntrico de la modernidad como el triunfo de la racionalidad europea y de su saber social como hegemonía global.

La complejidad de relaciones materiales/inmateriales que contiene el proceso de articulación y condensación de la identidad europea golpea al resto del orbe e instaura una jerarquía geopolítica caracterizada por la cadena explotación/dominación/conflicto. La explotación en el trabajo cuyo símbolo lo representan las muertes de indígenas y negros en los campos de agro y las minas de plata y oro; la dominación de las elites de poder que organizan el funcionamiento del sistema y el conflicto cotidiano que enfrentan los choques raciales, los problemas de género, generación y la dominación en extenso de la naturaleza por los instrumentos técnológicos de la cultura  moderna.

Europa a inventado y conquistado el mundo entero para fines del siglo XIX, la violencia que la mueve y la atraviesa junto a la extensión de su poder ha logrado invadir cada pequeño territorio y cultura en el mundo. El resultado es la desestabilización completa de los ecosistemas culturales nativos y autóctonos de la periferia de Europa que, incapaces de contrarrestar su poder subordinan su modo de vida social a diseños irracionales de dominación que, paradójicamente recibirán el nombre de "racionalidad" o "proyecto modernizador". Al final de un largo proceso de dominación/subordinación, uno termina hablando el lenguaje del dominador encerrado por el sinsentido.


Textos recomendadoshttp://www.ram-wan.net/restrepo/decolonial/ (se encuentran todos, salvo el de Eric Wolf).

Eric Wolf: Europa y la gente sin historia.
Aníbal Quijano: Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina.
Arturo Escobar: Mundos y conocimientos de otro modo.
Enrique Dussel: Europa, modernidad y eurocentrismo.
Walter Mignolo: Un paradigma otro.

7 de diciembre de 2011

Pasos...

"El hombre libre en ninguna cosa piensa menos que en la muerte, y su sabiduría no es una meditación de la muerte, sino de la vida".
                             Spinoza, Ética, LXVII, libro IV.





Prefacio.

He sido uno de los alumnos de Gregory Bateson durante tres años y pude ayudarlo a elegir los ensayos que aparecen reunidos aquí, por primera vez, en un volumen. Creo que es éste un libro muy importante, no sólo para los que se ocupan profesionalmente de las ciencias de la conducta, la biología y la filosofía, sino especialmente para aquellos de mi generación —la generación nacida después de Hiroshima— que están buscando una mejor comprensión de sí mismos y de su mundo.

La idea central de este libro es que nosotros creamos el mundo que percibimos, no porque no exista una realidad fuera de nuestras cabezas (la guerra de Indochina es algo malo, nosotros estamos destruyendo nuestro ecosistema y por consiguiente a nosotros mismos, creámoslo o no), sino porque nosotros seleccionamos y remodelamos la realidad que vemos para conformarla a nuestras creencias acerca de la clase de mundo en el que vivimos. El hombre que cree que los recursos del mundo son infinitos, por ejemplo, o que si algo es bueno para uno, cuanto más se tenga de ello, mejor, no será capaz de ver sus errores, porque no buscará indicios de ellos.

Para que una persona cambie sus percepciones básicas, las que determinan sus creencias —lo que Bateson denomina sus premisas epistemológicas— tiene que tomar primero conciencia de que la realidad no es necesariamente lo que él cree que es. Esto no es algo fácil o cómodo de aprender, y probablemente la mayor parte de los hombres que han existido en la historia se las ha arreglado para evitar pensar sobre ello. Y yo no estoy convencido de que la vida no examinada no merezca la pena de vivirse. Pero algunas veces la disonancia entre la realidad y las falsas creencias llega hasta un punto en que resulta imposible evitar la conciencia de que el mundo ha dejado de tener sentido. Sólo entonces le es posible a la mente considerar ideas y percepciones radicalmente diferentes.

Específicamente, es manifiesto que nuestra mente cultural ha llegado a ese punto. Pero en nuestra situación hay tanto peligro como posibilidades. No hay garantía de que las nuevas ideas hayan de ser un mejoramiento respecto de las viejas. Tampoco podemos esperanzarnos de que el cambio sea suave.

 Existen ya bajas psíquicas mortales provocadas por el cambio cultural. Los psicodélicos son un poderoso instrumento educacional. Constituyen el camino más seguro para aprender la arbitrariedad de nuestra percepción ordinaria. Muchos de nosotros hemos tenido que emplearlos para descubrir lo poco que sabíamos. Demasiados de nosotros se han extraviado en el laberinto, han decidido que si la realidad no significa lo que pensábamos que significaba, carece totalmente de sentido. Conozco ese sitio. También yo estuve extraviado allí. Por lo que sé, existen sólo dos maneras de salir de él.

 Una es la conversión religiosa. (Yo ensayé el taoísmo. Otros eligen distintas versiones del hinduismo, budismo y hasta del cristianismo. Y tiempos como éstos siempre producen una muchedumbre de autoproclamados Mesías. Además, algunos pocos de quienes estudian las ideologías radicalizadas lo hacen por razones más religiosas que políticas). Esta solución puede satisfacer a algunos, aunque existe siempre el peligro de satanismo. Pero creo que los que eligen sistemas "prontos para usar" pierden la oportunidad de llevar a cabo un pensamiento verdaderamente creativo, y quizá nada que no sea esto puede salvarnos.

Esta segunda manera de salir —pensar a fondo las cosas y aceptar lo menos posible como artículo de fe— es la más difícil. La actividad intelectual —desde la ciencia hasta la poesía— tiene mala reputación entre los de mi generación. Se echa la culpa a nuestro así llamado sistema educacional, que parece destinado a evitar que sus víctimas aprendan a pensar, a la vez que les dice que pensar es eso que uno hace cuando estudia un libro de texto. Además, para aprender a pensar, uno tiene que tener un maestro que pueda pensar. El bajo nivel de lo que pasa por pensamiento entre la mayoría de la comunidad académica de Estados Unidos sólo puede quizás apreciarse por contraste con un hombre como Gregory Bateson, pero estaría mal hacer que muchas de nuestras mejores mentes desistan de buscar algo mejor.

De todas maneras, la esencia de todos nuestros problemas es un pensar defectuoso, y la única medicina para ello es un pensar de mejor calidad. Este libro es un ejemplo de la mejor calidad de pensamiento que he conocido. Os lo recomiendo, hermanos y hermanas míos de la nueva cultura, con la esperanza de que os será de ayuda en vuestra jornada.

Mark Engel
Honolulú, Hawai
16 de abril de 1971

Nota: Prefacio al libro del biólogo y antropólogo Gregory Bateson, Pasos Hacia Una Ecología de la Mente.

5 de diciembre de 2011

Escepticismo Espiritual

EsceptiCaliente es el fuego y fría el agua,
Fresca es la brisa de la mañana;
¿De quién procedió esta variedad?
Nacieron de su misma naturaleza.
También esto dijo Bharaspati:
No hay cielo ni liberación,
En otro mundo no hay alma alguna,
Y ningún efecto tienen los actos de los sacerdotes,
las órdentes y las cuatro castas.
Si la bestia a los muertos ofrecida
ella misma se conduce al cielo
¿Por qué el padre del sacrificador
no es ofrecido?
Si las ofrendas a los muertos agradan
a aquellos que alcanzaron la tierra de los muertos,
¿Qué necesidad tienen de provisiones
quienes emprenden este viaje?
Si nuestras ofrendas agradan a los seres celestiales,
¿por qué no agradar con ofrendas de comida
a los que viven aquí abajo?
Mientras la vida sigue, deja que el hombre viva feliz,
Aunque esté en deuda, deja que los dulces le alimenten;
¿Acaso podrá regresar cuando su cuerpo
se convierta en cenizas?
Si va a otro mundo aquel que del cuerpo se separa,
¿Cómo es que no regresa, inquieto, por el amor a los suyos?
Es sólo para ganarse la vida
que los sacerdotes fundaron aquí
abundantes ceremonias a los muertos
No hay otros frutos en ninguna parte.
Por benevolencia hacia los demás seres vivos
debemos volar para refugiarnos en la doctrina Carvaka.

Fragmento del Brhaspati Sutra, escrito alrededor del 600 a.C