Críticas al dualismo mente/cuerpo:
"Toda acción del cuerpo es un movimiento en el alma"
"Voy a presentarles un ejemplo para que vean que no se trata simplemente de algo metafórico: hace algún tiempo, Held y Hein llevaron a cabo un experimento clásico con dos gatitos, ciegos al nacer, en dos canastas. Cada gatito fue colocado dentro de una canasta y cada día eran paseados durante algunas horas dentro de ésta; es decir, ambos gatitos fueron expuestos al mismo ambiente. A uno de los gatitos se le -permitió quemantuviera las patas fuera de la canasta y que caminara, al otro se lo mantuvo arropado dentro de ésta. Dos meses después los gatitos fueron puestos en libertad. El gatito al que se le había permitido caminar se comportó como un gato normal. El otro no reconocía los objetos, se caía por las escaleras y chocaba contra las sillas. Prácticamente, se comportaba como si estuviera ciego, aunque sus ojos estaban intactos. ¡La conclusión que no hay que sacar es que los gatos ven con los pies! La conclusión que hay que sacar es que el espacio surge como producto del movimiento. Esta es una constatación absolutamente extraordinaria: el espacio, esta cosa frente a nosotros que parece absolutamente objetiva, el pilar de la objetividad en física, es totalmente inseparable del hecho que tenemos que manipularlo a través de una conducta sensorimotriz. [...]
[...] Esta perspectiva de la mente como enactivamente encarnada tiene dos consecuencias ya que, si la mente no está en la cabeza, ¿dónde diablos está? Este es precisamente el punto: es en este no-lugar de la co-determinación entre lo interno y lo externo; luego no podemos decir que está afuera o adentro. La otra consecuencia que se deriva de esto y que ha sido menos enfatizada, es que la mente es inseparable del organismo como un todo. Tendemos a creer que la mente está en el cerebro, en la cabeza, pero el hecho es que el ambiente también incluye al resto del organismo: incluye el hecho de que el cerebro está íntimamente conectado con todos los músculos con el esqueleto, los intestinos, y el sistema inmunitario, los flujos hormonales y así sucesivamente. Hace de todo el conjunto una unidad sumamente apretada. En otras palabras, el organismo como una red de elementos totalmente co-determinados determina que nuestra mente ,sea, literalmente, inseparable, no sólo del ambiente externo, sino también de aquello que Claude Bernard denominó el milieu intérieur, el hecho de que no sólo estamos dotados de un cerebro sino de todo un cuerpo.
Si ustedes provienen de esa tradición de la filosofía de la mente según la cual la mente es algo que ocurre dentro de la cabeza, puede que esto les parezca bastante sorprendente. Por ejemplo, en el pasado, los filósofos se entretuvieron hablando de cerebros en un recipiente, un cerebro en un cubo de ensayo provisto de alambritos. Es divertido, la comunidad filosófica anglo-americana ha pasado muchas horas discutiendo este tipo de cosa, pero cuando vemos el estado del arte de la investigación, todo el argumento parece extraño porque con una mente en un tubo de ensayo no puede haber mente. Lo que tendríamos es una actividad neural completamente incoherente, porque no podría tener la funcionalidad de lo que realmente hace, el manejo y la interacción constante con el cuerpo y con el ambiente que le da sentido."
Francisco Varela, El fenómeno de la vida, Cuatro pautas para el futuro de las ciencias cognitivas.
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