
La antropología no se cansa de mostrar que otras "formas de vida" existen y están existiendo mientras nosotros percibimos tibiamente el mundo social. Una "nueva forma de vida" está ligada al acontecimiento como expresión de emergencia. Políticamente es fundamental sostener que a pesar de que las estructuras predominan, se apropian y distribuyen significados, usos y control de todos los ámbitos de existencia social (Quijano; 2000) la teoría a dejado poco y nada para el acontecimiento, ya sea como expresión de novedad o articulación histórica de nuevos conjuntos, discursos o ámbitos de percepción. Bourdieu puso gran énfasis en la elaboración y predominio simbólico de la estructura, pero junto con ello elaboró nociones de rescate de la práctica, asociada a conceptos complejos como el Habitus y el Campo. Se defendió ante las críticas de absolutismo estructural que en su libro sobre la educación impedia ver las intituciones de aculturación estatal (escuelas, liceos) como vehículos de modificación estructural de la sociedad diciendo que la "reprodución, no implica de ninguna manera ausencia de resistencia, de cambio, de distorsión, sino permanencia de una estructura de diferencia y de distancias", ligada al conjunto de conceptos como clase, genración, etnia, género, etc. Godelier creía que en la palabra y el encuentro corporal estaba el secreto de los procesos de dominación donde el cuerpo sufría contracciones físicas que la subjetividad incorporada históricamente hacía funcionar.
Lo anterior quizá se deba a que el proceso de dominación basa su poder de control y sumisión en la incapacidad general de las clases subalternas por alcanzar el conjunto de íconos e imagenes ideales que por definición son ocupadas por una minoría de agentes del espacio social. Foucault, confeso de su homosexualismo en los años finales de su vida, intentó abordar la forma que estaban adoptando las subjetividades modernas, junto con eso encaró la posibilidad siempre abordable de conformar nuevas formas de vida, nuevos modos de existencia que en su realización material hacían emerger un universo significativo que permitía desligarnos del sistema social del poder. La droga, la homosexualidad (masculina, femenina) las performance del género, las lecturas, la acción como una forma que se despega de los esquemas tradicionales de la estructura que definen lo prohibido y permitido, lo posible e imposible... en resumen lo que uno debe y puede hacer en virtud de su posición social, junto a él otros autores menos conocidos, preocupados de los modos de existecia subalternos fuertemente estigmatizados tratan de enfrentar los problemas derivados de las relaciones de fuerza tradicionales, describiendo y elaborando una gran cantidad de escritos que pueden servir para entender que la antropología junto con ser una ciencia social puede mostrar y fomentar un uso social de sus conocimientos para transformar los procesos sociales, sin pretender una autoridad de dirigencia, ni menos de estrategía y organización... esa es pega de los pretendidos representantes políticos del territorio (los partidos). Mejor es formar parte del movimiento.
Recomiendo el siguiente libro en razón del contexto conocido por todos, por el cual el pueblo mapuche constituye el malestar de la clase hegemónica en este glorioso bicentenario y en línea con la posibilidad de establecer nuevas formas de vida política.
http://caosmosis.acracia.net/wp-content/uploads/2009/08/autonomias-y-emancipaciones_america-latina-en_movimiento.pdf
pd: opinar es gratis (incluye el todo vale).