22 de septiembre de 2010

Toño Gramsci (1891-1937)


"Tenemos que impedir que este cerebro funcione durante veinte años"
Fiscal italiano en juicio contra Antonio Gramsci.
Condena: 20 años, 4 meses y 5 días (5 guindas).


Comienzo a leer el pensamiento de Antonio Gramsci en sus famosos "cuadernos de la cárcel", conjunto de pensamientos elaborados durante su larga estadia.

Quisiera mencionar tan sólo un par de cosas con respecto a Gramsci y ciertos conceptos que me parecen de plano bastante limitados (del campo) y que en la antropología contemporánea no se para de repetir de manera asfixiante. El famoso concepto de cultura como un conjunto público de principios de orientación de la conducta y códigos significativos que actúan como pautas estructuradas para la acción, etc. etc. no hay por que repetir el memo que ya todo aquel que conozca un poco del campo sabrá completar. Sólo decir que tras todo el esqueleto o esquema supraorgánico o la erudita elaboración que Niklas Luhmman postula bajo el concepto abstracto (casi insoportablemente abstracto) de sistema se superponen ciertos principios y circuitos sobre las formas de vida que para mí no dejan de ser ciertamente reaccionarios. Está bien que tanto los testigos de Luhmman como los funcionarios de la cultura (antropólogos, sin ironía alguna) tengan esa imperiosa necesidad por sostenerse en el abismo con un conjunto más menos amplio, más menos elaborado de conceptos fundamentales, pero yo aquí estoy con Gramsci, con Marx, con Nietzsche, con Foucault o con Deleuze... no aplastemos la infinita e inmensa pluridimensionalidad de las relaciones concretas, históricas y/o inmanentes del fluir cotidiano con fantasmas que presionan por todas partes la nuevas formas de vida. Esto como invitación a un buen libro de Kate Crehan, titulado Gramsci, Cultura y Antropología donde el concepto de cultura aparece bastante lejos de las formas antropológicas de enclaustramiento tradicionales. Un poco de aire fresco no hace mal a nadie.

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